La disminución de la accidentabilidad y la optimización operacional en nuestra gestión de salud han significado una mayor capacidad disponible en nuestra infraestructura sanitaria. Esto nos ha incentivado a revisar nuestra estrategia de manera más global y disruptiva, ante el surgimiento de una oportunidad que nos permite mejorar decididamente nuestro impacto social: nuestra infraestructura y profesionales están en condiciones de atender a miles de personas que están esperando una atención en el sistema público de salud.
Es así como, en este camino, hemos conseguido importantes avances como materializar el proceso de modernización de nuestra infraestructura de salud para fortalecer la dignidad en la atención de los trabajadores de la ley de accidentes y pacientes en general. En 2018 nos convertimos, por primera vez, en un complemento de la salud pública, al realizar 2.758 intervenciones quirúrgicas a pacientes en listas de espera No Ges y en 2021, nos adjudicamos, a través del Hospital del Trabajador y la Red de Clínicas Regionales, el 58 % de las cirugías que FONASA licitó para centros privados, con el objetivo de reducir las listas de espera de intervenciones quirúrgicas. Adicionalmente, iniciamos la implementación de la iniciativa de Salud no laboral para abrir nuestros centros ambulatorios a la comunidad a través de buscar soluciones costo/ efectivas para atender problemas de salud mental y traumatológicos no agudos.