Comparación con la investigación realizada en 2010 revela un aumento en la ingesta de medicamentos psicotrópicos y drogas ilícitas, reducción del porcentaje de bebedores problema y una baja en el consumo de tabaco.
De los cinco sectores productivos analizados, el sector agrícola/forestal presenta tasas de consumo bajo el promedio en la mayoría de las sustancias, mientras que la minería supera a las demás actividades.
Expertos resaltan la importancia de que las empresas apliquen planes preventivos sistemáticos, participativos y que involucren a todos los estamentos de las organizaciones.
Un aumento en el consumo de medicamentos psicotrópicos y drogas ilícitas entre los trabajadores, revela el VI Estudio de Prevalencia de Consumo de Tabaco y Drogas en la Población Laboral, realizado por la Asociación Chilena de Seguridad. La investigación, que se llevó a cabo entre octubre de 2011 y octubre de 2012, dimensiona la ingesta de drogas lícitas e ilícitas en los sectores Minería, Agrícola/ Forestal, Comercio/Transporte, Industria y Servicios.
La muestra incluye un total de 4.286 trabajadores de entre 18 y 65 años, que representan un universo de más de un millón 600 mil personas. Los encuestados son hombres y mujeres de variados grados de instrucción y niveles socioeconómicos, pertenecientes a 200 empresas de las regiones Metropolitana, I, II, IV, V, VI, VII, VIII, IX, X y XII. Éste es el único estudio específico en población laboral y se desarrolla a través de un equipo multidisciplinario de profesionales.
Entre los principales resultados destacan un incremento del consumo de medicamentos psicotrópicos, desde el 8.9% observado en el estudio de 2010 a 10.8% en la actualidad; una disminución del consumo de tabaco de 47.7% a 45.0%; la reducción del porcentaje de bebedores problema de 30.3% a 29.8%; y el aumento del consumo de drogas ilícitas de 5.8 % a 6.9%. Otro punto que llama la atención es que el consumo de medicamentos psicotrópicos es predominante en mujeres, con 2.4 veces respecto de los hombres.
La coordinadora del Programa de Tabaco, Alcohol y Drogas de la ACHS y autora del estudio, María Cristina Ulloa, resalta que tanto la presencia de bebedores problema como la disposición de las personas al consumo de drogas ilícitas están claramente asociadas con el sexo masculino, edades jóvenes -menos de 25 años y entre 26 y 35-, solteros o convivientes y con trabajo nocturno.
El consumo de medicamentos psicotrópicos se concentra en los sectores Servicios (13.4%) e Industria (12.4%). En comparación con las cifras generales del estudio, la minería muestra cifras sobre el promedio en tabaco, alcohol, bebedores problema y consumo de drogas ilícitas, mientras que todos los indicadores del sector Agrícola /Forestal se encuentran bajo el promedio.
Tabaco y Alcohol
El consumo de tabaco durante el último año presentó una disminución importante, desde un 47.7% a 45.0%. Los sectores que registraron las mayores cifras de consumo fueron Minería (53.7%) y Comercio/Transporte (52.2%), rubros que además presentó los mayores aumentos en el período. La mayor disminución se produjo en el sector Agrícola/forestal, que bajó desde 44.7% a 34.3%.
La prevalencia del consumo de alcohol de 2012 fue de 72.1%, manteniéndose prácticamente estable desde 2010. La mayor prevalencia de consumo se observa en los sectores Servicios (77.8%) y Minería (75.5%), en tanto la cifra menor se registró en Agrícola /Forestal, con un 50.9%.
El porcentaje de bebedores problema del año 2012 fue 29.8%, observándose una diferencia leve respecto al año 2010 (30.3%). Los sectores que revelan el mayor porcentaje son Minería (42.3%) y Comercio/transporte (35.3%). Los sectores que mostraron un aumento estadísticamente significativo fueron Servicios (14.1% a 22.7%) y Comercio /Transporte (27.2% a 35.3%). El sector Industria presentó una disminución de los bebedores problema desde 38.0% a 29.5%.
Marihuana y Cocaína
El consumo de drogas ilícitas del año 2012 fue de 6.9% y fueron los sectores Comercio /Transporte (10.7%) y Minería (9.0%) los que alcanzaron los mayores porcentajes de consumo. El sector Comercio /Transporte presentó el mayor aumento de consumo, mientras que el rubro Agrícola/Forestal tuvo una disminución desde 8.9% a 5.2%.
Las drogas más consumidas por los trabajadores algunas vez en la vida fueron marihuana y cocaína. Las prevalencias de consumo de estas drogas son marihuana 87.0% y cocaína 35.8%, sobre el total de individuos que han consumido alguna sustancia.
La Coordinadora del Programa de Prevención de Alcohol, Trabajo y Drogas en el Trabajo de la ACHS señala que existen diversos factores que pueden ser conducentes al consumo de alguna droga lícita o ilícita en el ámbito laboral, como el trabajo nocturno, sistemas de turnos con períodos fuera del hogar o actividades con alto nivel de estrés. “Además, no existe una cultura de recreación coherente con una vida saludable; en consecuencia, estas características, asociadas a las condiciones de trabajo propias de una determinada actividad contribuirían a que esta población se encuentre más vulnerable al consumo de sustancias psicoactivas”, puntualiza María Cristina Ulloa.
Compromiso de las empresas
María Cristina Ulloa explica que el consumo de drogas tanto lícitas como ilícitas “es un problema dentro de las organizaciones, porque hay estadísticas que demuestran que este sí está presente en el mundo de los trabajadores”.
La especialista aclara que las sustancias psicotrópicas afectan esencialmente la conducta de quienes las consumen. Dependiendo del tipo de sustancias -estimulantes o depresoras-, se verá afectado el sistema nervioso central, alterando la respuesta frente a la demanda de la actividad y al entorno en que se encuentra. “Efectivamente, cuando estamos bajo los efectos de alguna sustancia en el lugar de trabajo, las probabilidades de sufrir un accidente aumentan”. De hecho, un estudio realizado por la Asociación Chilena de Seguridad demostró que un 30% de los accidentados graves había consumido alguna sustancia psicotrópica en las seis horas previas al accidente.
Por su parte, el gerente de Salud de la ACHS, Andrés Herreros, recalcó la importancia de que las empresas se involucren en la prevención. El ejecutivo sostuvo que, para lograr buenos resultados, se debe aplicar programas sistemáticos e integrales, que permitan fortalecer conductas y hábitos que mantengan a las personas alejadas del consumo. Asimismo, los planes deben ser estructurados con la participación de los diferentes estamentos de la organización, como ejecutivos, trabajadores, representantes del sindicato, comité paritario, entre otros.
Herreros señaló que “el hecho de que las personas pasen en los lugares de trabajo gran parte de su jornada ofrece oportunidades para generar acciones de tipo preventivo en temas que afectan directamente a las personas y a su productividad”