Este año se implementarán importantes modificaciones al Decreto N° 594, que reglamenta las condiciones sanitarias y ambientales básicas en los lugares de trabajo. Estas se enfocan en aumentar la prevención de los riesgos de seguridad y salud en los ambientes laborales y de esta manera cuidar de mejor manera a todos los trabajadores. Los cambios se centran principalmente en la prevención de la silicosis, el manejo de sustancias peligrosas, mejorar la calidad de vida y seguridad en los lugares de trabajo, disminución de límites permisibles de sustancias nocivas y sobre la protección personal.
Para el gerente de Prevención de la Asociación Chilena de Seguridad (ACHS), Arturo Cares, esta actualización trae bastantes desafíos para las empresas, para los trabajadores, los expertos en prevención de riesgo y para las mutuales, ya que los últimos cambios sustanciales que tuvo este decreto fueron en el año 2000.
“El 594 es la herramienta y el estándar en materias de seguridad que tenemos en el país. Habla sobre cómo debe hacerse la seguridad en las empresas en aspectos de simple implementación y en otros de alta complejidad, todo esto dirigido a materias que resguardan la salud de los trabajadores. Todas éstas tienen repercusiones sumamente importantes y necesarias”, comenta Cares. El experto señala que en estos 15 años han ocurrido bastantes descubrimientos y adelantos en términos científicos, lo que ha permitido determinar nuevas necesidades en relación a implementar la seguridad en las empresas.
Dentro de las modificaciones, Cares destaca la importancia de la prohibición del uso de chorro de arena para trabajos de limpieza abrasiva, “es importante, porque la única opción que se tenía para proteger al trabajador en esta actividad era utilizar elementos de protección personal. Sin embargo, ésta no es la manera más efectiva para hacer seguridad, porque siempre depende de cómo esté calibrado el sistema, si el trabajador está entrenado, si lo usa adecuadamente, etc…”.
Esta medida pretende disminuir el riesgo de desarrollar silicosis, enfermedad producida por la exposición a sílice, que se define como una fibrosis pulmonar crónica, incurable e irreversible, que altera la capacidad respiratoria del trabajador. Estudios del ISP han demostrado que en este proceso la exposición del trabajador puede llegar a concentraciones del orden de 30 veces el límite permisible. Esto significa que, si el trabajador no se protege, podría contraer sílice en 5 o 6 años. “El riesgo asociado a esta actividad es sumamente alto y se toma la decisión de suspender esta actividad en Chile, ésta debería desaparecer del país como máximo en los próximos dos años. Es un paso importante para efectos de la prevención y erradicación de la silicosis”, asegura Cares.
Adicionalmente, se agrega que “toda actividad que implique corte, desbaste, torneado, pulido, perforación, tallado y, en general, fracturamiento de materiales, productos o elementos que contengan sílice, deberá realizarse aplicando humedad a la operación u otro método de control si no es factible la humectación”. Para Cares esto tiene un impacto muy grande principalmente en la construcción, donde muchas tareas que se realizan ahí tienen incorporado el trabajar con sílice cristalizado. “El impacto se produce porque hay mucha gente expuesta al sílice, si se aplica bien esta norma van a dejar de estarlo. Sin embargo, hay que considerar que esto tiene un costo para las empresas constructoras, las que tendrán que invertir para mejorar las condiciones y cumplir las normas”.
Mejoras en Campamentos
El profesional dice que otra medida que es un desafío para los expertos tiene que ver con que la norma se hace cargo de la instalación de campamentos en zonas de aluviones. “Chile, lamentablemente, ha sufrido grandes accidentes con muertos por campamentos que están ubicados en zonas de escurrimiento aluvional. Esta medida contribuye directamente a la seguridad de los trabajadores previniendo un tipo de accidente que puede resultar grave”, agrega.
“Es un tema complejo porque obliga que, cuando los expertos hagamos evaluaciones, no solo miremos los riesgos propios de la actividad industrial sino que especialmente nos enfoquemos en la presencia de variables de origen natural. Estos temas no son de dominio de la comunidad preventiva y la modificación obligará a que los expertos busquemos mas información, generemos alianzas con profesionales de otras áreas y seamos aún más precavidos y atentos a distintas variables”, señala.
Actualización de los límites permisibles
Dentro de las variaciones, se encuentra la modificación de los límites permisibles de exposición de los trabajadores. En este puntos se hacen dos cambios. En primer término, se ajusta la jornada de trabajo, definiéndola en 8 horas diarias, por lo que el ajuste de la concentración se debe realizar según la exposición diaria.
Por otra parte, muchos contaminantes presentan una fuerte reducción de su límite permisible ponderado, “aquí se genera un gran desafío para las empresas y para nosotros. Los trabajadores entraban a vigilancia con el 50% del límite permitido de exposición a materiales nocivos. Como la norma disminuye el límite permisible, todos los trabajadores que se asumió estarían seguros bajo éste ya no califican y muchos debieran ser incorporados a los programas de vigilancia para efectos de asegurar que su salud está en las condiciones que debemos esperar. De esta manera será necesario hacer una revalidación de mediciones e incorporar a más trabajadores”, dice Cares.
También existe un impacto muy importante en el área de la salud, ya que se determinó que la exposición a formaldehidos es cancerígena y la indicación es que la exposición debe ser prácticamente cero. La formalina está presente en laboratorios o centros de anatomía patológica, donde se tendrá que hacer un esfuerzo para capturar este contaminante y también cambiar muchas culturas que hay en el interior. Pero la formalina también está presente en otros lugares, como las peluquerías en procesos de alisados que la tienen como compuesto y se vuelve sumamente importante y necesario informar y educar al respecto.
Por otra parte, en el caso de que una empresa tenga un proceso determinado y éste tenga un nivel de contaminantes que supera el límite permisible, la norma anterior permitía hacer modificaciones o proteger a los trabajadores. Hoy cambió el o por un y, mejorando considerablemente la seguridad de esas instalaciones. “Esto tendrá un gran impacto porque, como comentaba, el problema de la protección personal es que no tenemos la certeza de que se ocupen adecuadamente los equipos. Con esto, podremos tener certeza que el daño será menor para el trabajador y los puestos de trabajo serán cada vez más seguros y sanos”, señala el experto.
Mejor y más capacitación
Para Arturo Cares otro cambio que tendrá bastante impacto en Chile es lo referente a la capacitación, ya que la primera medida es que ésta debe ser teórica y práctica. “Esto es importante porque los trabajadores en algunos casos ocupan mal los elementos de seguridad, ya que en su mayoría han tenido capacitación solo teórica. Hoy el trabajador debe tener una clase práctica probando el equipo, teniendo la posibilidad de hacer consultas y creo que eso tendrá un impacto importante en materia de seguridad en el uso correcto de los elemento de protección personal”, dice Cares.
Agrega que las empresas tendrán que ser más estrictas en sus instancias de inducción o presentación de la información y ajustar sus procesos a ciertos parámetros, ya que éste es un reglamento fiscalizable por la autoridad sanitaria. “Una empresa que no cumpla se verá expuesta a una multa o clausura producto de un sumario sanitario”, previene Cares.
La importancia de educar
Pero este proceso de cambio no servirá de nada sin la correcta difusión tanto a empresas como a trabajadores y expertos, para que comprendan la importancia de implementar la nueva ley. “En general, estas normas traen consigo una serie de desafíos tanto para las compañías como para las mutuales y los expertos, porque nos obliga a estar más informados y asesorar adecuadamente a las empresas. En este contexto, hemos hecho difusión desde marzo, con más de 1.200 profesionales capacitados en los cambios a lo largo del país. También hemos realizado varias intervenciones con empresas algo más aisladas, mineras específicamente. Seguiremos con esta campaña para que la gente sepa cuáles son los cambios y los desafíos que implica. La gente debe entender su importancia e impactos en la salud, seguridad y planes de prevención de riesgos de las empresas”, señala.
Arturo Cares enfatiza que “la buena noticia es que el reglamento dice que cada 5 años se van a revisar los límites permisibles, lo que evitará que se generen vacios como el que ocurrió entre 2000 y 2015. Ahora se tomará la información científica que se vaya generando para efecto de ir produciendo las modificaciones. Sin duda esto es un avance”.