Una dieta sana y equilibrada no sólo
deben ingerirla quienes buscan bajar un par de kilos. Adoptar buenos
hábitos alimenticios ayuda a mantener un peso ideal, evita enfermedades y
permite rendir de mejor forma en el trabajo.
¿Corriendo todo el día?, ¿sin tiempo
para prepararte comida saludable en el trabajo?, ¿sientes ansiedad y
comes alimentos de baja calidad nutricional, con altos niveles de grasa y
muchas calorías? Definitivamente, alimentarse bien en la jornada
laboral es un gran desafío, pero es un esfuerzo que debe hacerse porque
reporta beneficios para la salud y el bienestar.
El tipo de dieta que debe llevar una
persona estará determinada por la actividad que realiza diariamente. Si
tu labor requiere de mucho esfuerzo físico, la ingesta de calorías
deberá ser mayor y proporcional al gasto de ellas. En cambio, quienes
trabajan en labores administrativas o pasan muchas horas sentados, deben
consumir un máximo de dos mil calorías diarias, eligiendo alimentos que
contengan fibra y estimulen la actividad cerebral.
Si hay momentos del día en los que te
sientes cansado, somnoliento o desconcentrado, el organismo puede estar
dando la señal de alerta de que se está llevando una dieta inadecuada.
Los malos hábitos más recurrentes entre los trabajadores, son comenzar
el día sin desayuno y basar su dieta diaria en alimentos ricos en grasa,
sodio y azúcar, lo que con el tiempo puede provocar sobrepeso,
enfermedades como la diabetes o hipertensión, y una disminución de la
capacidad de rendimiento.
Decisiones saludables que hacen la diferencia
Pequeñas modificaciones en las rutinas
pueden ayudar a llevar una alimentación más sana. La clave está en
adoptar hábitos saludables paulatinamente, sin ser radicales:
- A media mañana o media tarde, prefiere
snack saludables como galletas de avena, barras de cereal, yogurts
descremados, jaleas sin azúcar, galletas de agua o fruta.
- Si puedes, lleva almuerzo desde tu casa. Así ahorrarás dinero y evitarás tentarte con la comida rápida.
- Prefiere siempre las carnes blancas
por sobre las rojas, y acompáñalas con muchas ensaladas y una porción
pequeña de carbohidratos (de preferencia integrales).
-Si no tienes tiempo de comer un buen
plato de comida, escoge un sándwich que contenga vegetales con huevo,
atún, quesillo o palta.
- Integra alguna actividad física a tu
vida diaria y practícala tres veces a la semana. Además, aprovecha de
ejercitarte subiendo escaleras y evitando el ascensor, o prefiriendo una
caminata en vez del auto o la micro para realizar trámites.