Las patologías crónicas son aquellas que no tienen una cura definitiva, por lo que el paciente debe estar en tratamiento toda su vida. Su diagnóstico puede tener un impacto importante no solo en el paciente, sino que en su familia y entorno social. La actitud con la que enfrentemos esta situación y el apoyo emocional son claves para retomar la rutina y mantener nuestra calidad de vida.
Enterarnos de que un integrante de nuestra familia está enfermo siempre será un escenario difícil. Pero cuando se enfrenta una patología que no tiene cura, sino solo tratamiento, es aún más complejo. Por un lado, el enfermo se ve enfrentado a una nueva realidad de salud, al mismo tiempo que inicia un proceso emocional de aceptación de esta situación, la que requiere de buenas redes de apoyo y contención.
La psicóloga del Hospital del Trabajador ACHS, Carmen Gloria Carbonell, explica que la familia es fundamental en el proceso de recuperación de cualquier persona enferma, ya que “los seres más cercanos son los que dan sentido a la vida y ayudan a enfrentar y procesar de mejor forma todo lo que se vive día a día”.
¿Cómo apoyar en familia al paciente crónico?
Al enfrentar una enfermedad crónica, la especialista entrega cuatro consejos que serán de mucha ayuda para apoyar y contener de mejor forma a quien padece la patología.
Los hijos son parte de la familia y como tales, deben ser incluidos en las conversaciones y decisiones que se tomen en torno a la enfermedad. De acuerdo a lo que explica la psicóloga Carmen Gloria Carbonell, “a los niños se les debe explicar lo que sucede de la forma más realista posible, considerando la edad que tengan. Si preguntan algo, hay que entregarles información concreta e ir preparándolos para las etapas que pueden venir”.
Lo importante es integrarlos en la dinámica familiar, para que puedan adaptarse a los cambios y también entender la idea de que existen situaciones adversas en la vida que se pueden enfrentar mejor con el apoyo de seres queridos y que ellos son parte de esa red.