Nuestros pies son una parte importante de nuestro cuerpo, ya que nos sostienen y ayudan a desplazarnos por donde queramos. Sin embargo, la aparición de los juanetes se interpone en nuestro camino, generando molestias y dolores al caminar. Aprende por qué aparecen y cómo se tratan.
Los juantes -o Hallux Valgus como se conocen en la nomenclatura médica- corresponden a la deformidad que se produce en el dedo gordo del pie, generando una protuberancia en el borde interno de este. Los juanetes se pueden presentar a cualquier edad, incluso en la infancia teniendo un desarrollo progresivo y, a pesar de comenzar como un problema estético, pueden producir fuertes dolores que solo se pueden solucionar con cirugía.
Según explica el doctor Roberto Sanhueza, traumatólogo de tobillo y pie del Hospital del Trabajador ACHS, la aparición de juanetes afecta mayormente al sexo femenino y “se estima que por cada siete casos en mujeres, sólo se presenta en un hombre”.
A pesar de que los expertos no han encontrado la causa exacta de su aparición, por lo general la aparición de juanetes está asociada a:
Las señales más claras de que se está desarrollando esta deformación en el pie son:
Los juanetes en un comienzo solo afectan la estética del pie, pero con el tiempo comienzan a generar molestias que pueden llegar a ser invalidantes. Es en este escenario cuando se debe recurrir a una operación traumatológica. “Solo cuando existe dolor se da la indicación médica de cirugía al paciente, no antes”, aclara el doctor Sanhueza.
Sobre el procedimiento quirúrgico existen algunos mitos que no son válidos en la actualidad. La cirugía de corrección consiste básicamente en volver a alinear el eje del hueso que sostiene al dedo gordo y sacar el exceso de hueso para que el pie vuelva a tener su anatomía normal. “Esta no es una cirugía dolorosa como se cree, las técnicas anestésicas y analgésicas que se usan hoy permiten un mejor control del dolor”, dice el especialista.
El tiempo de recuperación también es parte de los mitos, ya que se cree que la persona debe estar en reposo absoluto por meses. Sin embargo, el procedimiento que se realiza en el Hospital del Trabajador ACHS considera sólo una noche de hospitalización. Al día siguiente se le da el alta al paciente, quien puede caminar de inmediato.
Tras la cirugía, la persona podrá moverse en forma casi normal, tomando algunas medidas al pisar, como apoyar más la parte posterior y lateral del pie. Se estima que después de dos meses las cicatrices y el hueso habrán sanado como para que el paciente camine con más confianza, aun cuando puede persistir algún dolor e inflamación, lo cual es normal.
Se estima que cerca de un 16% de las personas que pasan por la cirugía vuelven a producir juanetes, por lo que el cuidado post operatorio y el cuidado de la salud de los pies es fundamental para evitar su reaparición.
Muchas personas creen que la aparición de juanetes sólo se produce por usar un calzado que afecta la anatomía normal del pie. Sin embargo, el Dr. Sanhueza afirma que es más determinante la herencia familiar.
“Si una persona tiene antecedentes, es muy probable que también desarrolle la deformidad en la extremidad, más aún si utiliza un calzado inadecuado”. Tanto los zapatos de punta estrecha como aquellos con taco muy alto pueden contribuir al desarrollo de juanetes.