Tener un buen ambiente de trabajo no solo depende de los beneficios que reciben los trabajadores, también tiene relación con los espacios para el crecimiento personal y profesional, especialmente a través del reconocimiento de nuestros jefes y compañeros.
Todos, en algún momento de nuestra vida laboral, necesitamos saber y entender cuáles son nuestras fortalezas y debilidades. De esta manera, podemos mejorar y crecer como profesionales y personas. Saber qué cosas hacemos bien y cómo con nuestras fortalezas podemos ayudar a los demás son claves para construir ambientes saludables, en los que exista confianza y respeto por quienes nos rodean.
Ser capaces de reconocer lo bueno de cada integrante de nuestros equipos de trabajo ofrece beneficios que son transversales a toda la organización. Por ejemplo: disminuye la competitividad y crea espacios de confianza. También nos permite:
¿Cómo contribuir a un buen ambiente de trabajo?
En todos los trabajos existen elementos que nos gustaría cambiar, pero lamentablemente están fuera de nuestro alcance. Ante eso es recomendable prestar atención a las cosas que si podemos hacer para que nuestro ambiente laboral sea mejor para todos.
Acciones sencillas como reconocer el esfuerzo de los pares, ofrecer ayuda y respetar a los demás son sólo algunas de las herramientas que poseemos y podemos utilizar para construir entre todos relaciones humanas sanas y un buen ambiente laboral.