Existen algunos trabajos que por su naturaleza exponen a los trabajadores a altos niveles de ruido, principalmente por el uso de ciertas máquinas y herramientas. En estos casos no solo se ve afectada la salud de quienes las manipulan, sino que también de quienes se encuentran cerca de las faenas.
En el Decreto Supremo Nº594 de 2000, del Ministerio de Salud, se establecen los Límites Máximos Permisibles para la exposición ocupacional al ruido, contemplando que ningún trabajador puede estar 8 horas expuesto a un nivel de presión sonora continua igual a 85 decibeles, medidos desde el oído del trabajador. De esta forma, si aumenta la intensidad del sonido, se debe disminuir el tiempo de exposición.
Cualquier persona que se exponga de manera periódica a ruidos cuya intensidad supere los límites máximos permisibles está en riesgo de sufrir patologías auditivas complejas, tales como la hipoacusia por exposición crónica al ruido. En estos casos se produce un daño sensorioneural el que se refleja en la pérdida de audición producto de lesiones en el oído interno o en el nervio que une el oído con el cerebro.
Esta patología es irreversible, produce un daño permanente en la capacidad auditiva y puede convertirse en un verdadero obstáculo a la hora de desenvolvernos en nuestro entorno laboral y social.
Prevenir la hipoacusia y cualquier secuela de una exposición prolongada a ruidos de alta intensidad es una tarea que debe comprometer tanto a los trabajadores como a las empresas.
Por una parte, los empleadores deben tomar un compromiso con la salud de los trabajadores, el que se puede reflejar en la instalación de aisladores de sonido o silenciadores, implementación de turnos rotativos que permitan evitar la exposición prolongada al ruido, entrega de elementos de protección personal adecuados a las tareas que se desempeñan, entre otras.
Asimismo, los trabajadores deben tener presente que el autocuidado es vital, por lo que no pueden (ni deben) dejar de utilizar durante su jornada laboral los implementos de seguridad -como los protectores auditivos- los que permiten mitigar el daño que produce la exposición prolongada a sonidos que superen los límites establecidos por el Ministerio de Salud.
En la actualidad podemos encontrar 2 tipos de protector auditivo, los que dependiendo de las necesidades de los trabajadores pueden ser:
Para asegurar que los procesos de elaboración, implementación y control de los programas de vigilancia de salud de los trabajadores sean óptimos, el Ministerio de Salud elaboró el Protocolo de Exposición Ocupacional a Ruido (PREXOR), donde se establecen las directrices que deben seguir las empresas, tanto en su trabajo preventivo como una vez detectada y diagnosticada la Hipoacusia en sus trabajadores.
Este documento fue publicado en el año 2011 y tiene la finalidad de estandarizar los criterios sobre el concepto de exposición al ruido, para así establecer el seguimiento y prevención de esta enfermedad laboral, por parte tanto de las empresas como de las mutualidades como la ACHS, tal como lo indica la Ley 16.744.
Uno de los roles de la ACHS es acompañar y asesorar a las empresas en la implementación de estos protocolos. Encuentra más información sobre esta y otras normativas del MINSAL en la sección Empresas de nuestro sitio web. ACHS EMPRESAS