Aún con las bajas temperaturas de esta época, hay muchos que continúan practicando sus actividades deportivas al aire libre. Sin embargo, hay que tomar ciertas precauciones para prevenir lesiones y molestias respiratorias.
Comenzamos un nuevo invierno y los pronósticos señalan que este 2016 podríamos vivir fuertes olas de frío entre junio y septiembre. A raíz de esto, son muchas las personas que dejan de realizar actividad física, ya que prefieren no arriesgar resfriados ni salir a hacer ejercicio en espacios públicos abiertos debido a las bajas temperaturas.
De todas formas, la recomendación principal es que nunca dejes de ejercitarte. Y para que no tengas problemas al hacer deporte, te entregamos los siguientes consejos:
Hidrátate
Sin importar la época del año ni la condición climática, la hidratación es fundamental al realizar cualquier tipo de actividad física. Por eso, lleva siempre contigo una botella con agua que te ayude a reponer el líquido perdido a través del sudor.
Usa la ropa adecuada
Escoge prendas cómodas, idealmente de telas respirables. Y para evitar problemas con el frío, vístete con capas que puedas ir quitándote a medida que aumente tu temperatura corporal. Finalmente, cámbiate de ropa al terminar el entrenamiento, ya que si el sudor se enfría puede provocarte un resfrío.
Haz una rutina de calentamiento
La calistenia sirve preparar los músculos para una actividad más exigente y rendir más, comenzando con ejercicios suaves para luego aumentar la intensidad de a poco. De preferencia, hazlo en un lugar cerrado antes de salir al aire libre.
Cubre boca y garganta
Uno de los principales problemas al entrenar en esta época del año es el ingreso de aire frío al tu cuerpo, provocando irritación de tus vías de respiración. Para evitarlo, usa un cubre cuello de microfibra o un pañuelo para taparte la boca y garganta, lo que también te permitirá tener un mejor control de tu temperatura corporal.
Elonga
Finaliza tu rutina con ejercicios de estiramiento para llevar a los músculos a su fase de regeneración y recuperación. Hazlo antes de que tu cuerpo se enfríe, ya que el aire helado hace que la temperatura corporal descienda más rápidamente.