Nuestro cuerpo cuenta con un sistema inmune diseñado para combatir todo tipo de elementos externos que puedan ser dañinos o causar enfermedades, como virus o bacterias. Con el lupus, nuestro cuerpo comienza a luchar contra las células y tejidos del mismo organismo, causando complicaciones que pueden ser leves o incluso poner en riesgo la vida.
El lupus es una enfermedad autoinmune, esto significa que en esta patología el organismo se ataca y destruye a si mismo, ya que no es capaz de diferenciar entre amenazas externas y los tejidos sanos del cuerpo. Es por esta razón que quienes la padecen pueden presentar daños en la piel, las articulaciones, algunos órganos y los vasos sanguíneos, entre otros.
“Esta patología se presenta mayoritariamente en mujeres jóvenes, y es crónica, por lo tanto no tiene cura, sólo se trata”, afirma el Dr. Guillermo Acuña, médico del departamento de medicina del Hospital del Trabajador ACHS, quien agrega que a pesar de que los síntomas varían en gravedad entre un paciente y otro, se estima que cerca del 90% de los que reciben el tratamiento adecuado, tienen una expectativa de vida normal.
Existen varios tipos de lupus, los que se diferencian de acuerdo a los tejidos que atacan o el origen del malestar. De esta manera podemos encontrar:
Una de las complejidades del lupus es su sintomatología, ya que por una parte afecta a varios órganos al mismo tiempo y comparte los síntomas con otras enfermedades. Además, estas señales dependerán del organismo de cada paciente y la evolución de la enfermedad, por lo que no existe un listado exacto de los síntomas.
Los que se repiten con mayor frecuencia son:
Los síntomas del lupus se presentan de a poco y no siempre generan un cuadro agudo. “Los exámenes clínicos y los análisis de laboratorio son los que ayudan a determinar el origen de los síntomas y permiten a un reumatólogo o inmunólogo confirmar el diagnóstico”, señala el Dr. Acuña.
El tratamiento, que es de por vida, dependerá de la sintomatología y su gravedad, pero por lo general se administran corticoides. “Si la enfermedad afecta a órganos importantes como el hígado o el corazón, se evalúa el uso de medicamentos más agresivos”, explica el especialista.
“Hay que tener en cuenta que una persona con lupus puede hacer su vida completamente normal, pero necesitará de controles periódicos, especialmente las embarazadas, ya que esta patología puede provocar embarazos de alto riesgo”, comenta el Dr. Muñoz. También es bueno que los pacientes asuman que padecen una enfermedad incurable, que se mantengan informados sobre ella y que sepan que se manifestará en ciclos de brotes y otros de “desactivación”. “Es fundamental contar con equipo médico de confianza que los ayude a resolver todas las dudas de la enfermedad y su tratamiento, y se incluya a la familia en el proceso para crear una red de apoyo”, finaliza el doctor Acuña.