Pasar un invierno libre de virus y enfermedades es uno de los logros que toda familia espera alcanzar, sobre todo cuando hay niños pequeños y adultos mayores en el hogar, ya que son ellos quienes corren mayor riesgo de contagiarse.
Sabemos que esta época es más crítica porque las condiciones ambientales propician el brote de ciertas enfermedades, por eso la recomendación siempre estará en prevenir pero sin alarmarse innecesariamente.
Es normal que los padres tiendan a preocuparse y ser más aprensivos, pero por lo general, abrigar demasiado a los niños, abusar de la calefacción y no abrir las ventanas para protegerlos del frío, termina provocando justamente el efecto contrario.
Las recomendaciones para pasar un invierno sano, y que hemos explicado en varios números de esta revista, son simples: ventilar diariamente las habitaciones; lavarse las manos frecuentemente; usar pañuelos desechables y eliminarlos después del primer uso; toser y estornudar cubriéndose con el antebrazo; y desinfectar las superficies de uso frecuente son algunas de las más relevantes.
La información que recibimos a diario, tanto de los medios de comunicación como de las personas que nos rodean, muchas veces nos hace entrar en un estado de alerta innecesario en invierno. Si bien no queremos que nadie de nuestra familia se enferme, lo recomendable es informarse adecuadamente y aplicar medidas de higiene que prevengan en lo posible cualquier tipo de contagio, sobre todo en espacios cerrados como oficinas, colegios y jardines infantiles.
Desde el Hospital del Trabajador ACHS asumimos el compromiso de entregar información oportuna a nuestros pacientes a través de esta revista y otras publicaciones. De esta forma, contribuimos al cuidado de la salud de toda la familia especialmente en estos meses más críticos.
Dr. Mario Muñoz
Director Centro Médico Hospital del Trabajador ACHS