En las organizaciones existen dos tipos de reglamentos internos: uno que aborda aspectos de higiene y seguridad y otro que además establece normas de orden. Estos documentos son valiosos, tanto para la empresa como para los trabajadores, ya que ahí se resumen las condiciones que permiten una sana convivencia, pero también las acciones que se deben seguir para prevenir accidentes y enfermedades laborales.
Todas las empresas, sin importar el número de trabajadores con el que cuenten, deben elaborar un reglamento interno de higiene y seguridad de acuerdo a lo que la Ley 16.744 dictamina. Y adicionalmente, quienes cuenten con 10 o más trabajadores, deben sumar aspectos de orden interno.
En términos simples, estos son documentos que establecen condiciones que deben ser acatadas por el trabajador, no sólo para proteger su integridad, sino que también para adoptar una conducta adecuada de acuerdo al perfil de la empresa.
Por qué debes conocer estos documentos
Las empresas deben encargarse de difundir los reglamentos a todos los trabajadores y reforzar la información periódicamente. Por lo general, este material se entrega cuando una persona inicia sus labores en una organización, pero con el tiempo pasa a ser una herramienta desconocida por todos.
En este sentido, también es importante que los trabajadores tomen la iniciativa y si no lo han leído, lo exijan al área de prevención (o similar) de la empresa. Es importante que lo conozcan porque es un documento que fija aspectos que se deben poner en práctica diariamente, desde que comienza hasta que finaliza el turno.
El reglamento interno es el que deja en claro cómo funcionan ciertos procesos y las acciones que se esperan de parte los trabajadores para lograr una sana convivencia y no poner en riesgo su vida ni la de sus compañeros.
¿Qué establecen los reglamentos internos?
En términos de higiene y seguridad, el reglamento interno especifica obligaciones para los trabajadores, tales como:
- Uso correcto y cuidado de los elementos de protección personal.
- Conservación y buen uso de todo elemento destinado a la prevención de riesgos.
- Obligatoriedad de dar cuenta de cualquier síntoma de enfermedad profesional y de todo accidente que sufra, independiente de su gravedad.
Además, el documento enumera aquellos actos o acciones que no se permitirán al personal por constituir un riesgo para sí mismo o para el resto de los trabajadores. Estas restricciones dependerán de las características de la empresa, pero algunas prohibiciones generales son:
- Introducir bebidas alcohólicas al lugar de trabajo y realizar labores en estado de embriaguez.
- Destruir o deteriorar el material visual o de otro tipo destinado a la difusión de la prevención de riesgos.
- Operar o intervenir maquinarias o equipos sin la autorización correspondiente.
Las empresas que además tienen reglamento de orden deben hacer mención al menos a:
- Horario de inicio y término de jornada.
- Tiempos de descanso.
- Tipo de remuneración y lugar, hora y día de pago.
- Cargos ejecutivos ante quienes los trabajadores deben plantear sus peticiones, consultas y/o sugerencias.
¿Qué pasa si un trabajador no cumple con el reglamento interno?
Estos documentos incorporan además una cláusula que estipula qué se debe hacer en caso de incumplimiento, lo que incluye sanciones proporcionales a la gravedad de la infracción. En primera instancia se recurre a una amonestación verbal y luego a una notificación por escrito.
En casos más graves, se aplica una multa que no puede exceder la cuarta parte del salario diario.