En 2011 el profesor de religión Roberto Marambio subió al techo del liceo comercial de San Bernardo para sacar los restos de basura que había dejado una toma estudiantil. Estaba en eso cuando cayó, perdió el conocimiento y nunca más volvió a caminar. Cómo lo enfrentó y logró retomar su vida con apoyo del Hospital del Trabajador ACHS, es parte de lo que cuenta en esta nota.
Del accidente y su traslado al Hospital, Roberto no recuerda casi nada, aunque según le contaron estaba consciente y podía hablar. “Después de unos días de estar hospitalizado, me dijeron lo que había pasado y que había una posibilidad muy mínima, casi milagrosa, de que me recuperara, porque mi médula espinal estaba muy dañada”.
La caída que sufrió, dejó a Roberto un diagnóstico que dio un vuelco en su vida y la de su familia; paraplejia. “Lo primero que pensé fue: por algo será. Para mí las cosas siempre tienen una razón de ser”.
Espíritu de superación
Diez días después del accidente, Roberto ya estaba sobre su silla de ruedas. “Me movía poco pero empezamos a trabajar con los terapeutas ocupacionales para poder lograr mayor autonomía”, cuenta. En ese período se trabajaron algunos aspectos básicos, como ir al baño o ducharse con la silla y más tarde, cuando logró el alta médica, debió aprender a desenvolverse en su propia casa.
“Todos los días trato de superarme y adaptarme a los desafíos de la rutina”, afirma Roberto. Y es justamente esa actitud la que le facilitó algunos procesos que resultan complejos para otros pacientes en condiciones similares. Las ganas de superarse fueron más fuertes.
Readecuación de hogar para pacientes: El valioso rol del hospital
Cuando un paciente sufre lesiones tan graves como las de Roberto, el departamento de Acción Social del Hospital comienza una labor de acompañamiento y contención emocional que vaya en beneficio del paciente y su familia. “Damos apoyo integral desde el inicio y nos enfocamos en la vuelta a casa, ya que es una de las etapas más fuertes para los pacientes, porque se enfrentan a la realidad y sus limitaciones”, explica Catherine Zambrano, asistente social del Hospital del Trabajador ACHS.
Uno de los servicios que presta el Hospital a sus pacientes y que va más allá de lo que la Ley 16.744 exige, es gestionar la readecuación de la casa. “Lo que hacemos es contactar a la empresa para conseguir los medios económicos que se requiere para los arreglos dentro de la casa, como agrandar las puertas para que entre la silla o instalar rampas de acceso, que fue lo que se hizo en la vivienda de Roberto”, cuenta Catherine.
Cómo se logra la reinserción
Otro de los aspectos de los que se hace cargo el Hospital, tiene que ver con la reincorporación del accidentado a su trabajo. “El terapeuta ocupacional, antes del alta, coordina con la empresa el regreso del trabajador y evalúa si hay que hacer adaptaciones a su puesto o al edificio”, afirma Catherine Zambrano.
En el liceo en que trabaja Roberto este proceso se llevó a cabo con éxito y pudo reintegrarse como profesor de religión, labor que realizaba hace 17 años. Incluso volvió a estudiar y hoy ejerce como orientador del establecimiento. “Siento que sigo aprendiendo a readaptarme, reinventarme…y procuro ser feliz cada día en todo lo que hago, en mi vida laboral y personal”.