Con el paso de los años, las personas comienzan a ver disminuida la movilidad de sus articulaciones. En algunos casos, esto se debe al deterioro natural de los cartílagos. En otros, se relaciona con lesiones y patologías, siendo una de las más conocidas la artrosis de cadera. Conoce cuáles son sus síntomas y en qué consiste el tratamiento.
Todas las articulaciones de nuestro cuerpo cuentan con una capa firme y flexible que cubre el extremo de los huesos llamada cartílago. Este tejido, cuando está sano, ayuda a que los huesos se deslicen por encima de los otros e impide que froten entre sí, permitiendo que nos movamos libremente.
La artrosis ocurre cuando dicho cartílago se debilita, provocando el roce directo y deformación de los extremos óseos, pero además mucho dolor, limitando la movilidad de quien la padece.
El primer síntoma de la artrosis de cadera es un dolor progresivo en la zona inguinal, es decir, donde termina el abdomen y comienzan las piernas. Esta molestia se acrecienta con algunas actividades y puede confundirse con dolores musculares, por eso la recomendación básica es visitar a un especialista apenas se manifiesten las molestias para así comenzar el tratamiento adecuado.
Podemos identificar dos tipos de artrosis, que se clasifican según el origen de las molestias y el daño en el cartílago. Estas son:
Según explica el doctor Claudio Rojas, traumatólogo del Hospital del Trabajador ACHS, “esta patología afecta principalmente a personas mayores de 65 años, ya que el cartílago articular se pierde naturalmente con el tiempo”.
¿Cuáles son los síntomas de la artrosis de cadera?
“El dolor en la zona inguinal es el signo más común de la artrosis de cadera. Este se intensifica con algunas actividades o durante las horas de la tarde y puede irradiarse al muslo o la rodilla”, afirma el Dr. Claudio Rojas.
La molestia, al ser progresiva, comienza a limitar la vida cotidiana de las personas, ya que actividades tan básicas como subir o bajar una escalera o ponerse zapatos, se vuelven muy dolorosas. Por lo mismo, se recomienda acudir a un traumatólogo apenas comiencen a aparecer las primeras molestias y sospechas sobre esta patología. “A través de distintos exámenes podemos descartar otros problemas porque el dolor tiende a confundirse con algo muscular. Sólo de esa forma es posible dar un tratamiento adecuado y oportuno”, agrega el especialista.
La artrosis de cadera tiene distintos grados; leve, moderado o severo, y cada uno de ellos se trata de forma específica: