Estar bajo el sol tiene múltiples efectos. Por ejemplo, nos ayuda a sintetizar la vitamina D, e incluso nos hace sentir más activos y animados durante las épocas del año con mayor luz solar. Sin embargo, hay personas que frente a la misma exposición, se sienten desmotivados y agobiados. Esto ocurre debido a que cada cerebro responde de distintas formas a esta misma situación.
Durante el invierno -temporada de días más cortos y con menos luz solar-, es común que queramos pasar más tiempo en casa e incluso nos podemos sentir un poco desanimados. Esto cambia con la llegada de la primavera, época en que nos volvemos más activos y tenemos mejor humor. Sin embargo, hay quienes los cambios de estación les afectan de manera importante su estado de ánimo, cuadro que se identifica como el Trastorno Afectivo Estacional (TAE).
Se desconocen las causas específicas de este trastorno, pero algunos factores que pueden incidir en su aparición son:
Cuando nuestro ánimo depende del sol
Este problema de salud, que impacta de manera importante la calidad de vida de quienes lo padecen, puede desarrollarse tanto en el paso de verano a otoño, como de invierno a primavera. En ambos casos, los síntomas se asocian a un decaimiento generalizado del ánimo, desinterés por realizar todo tipo de actividades e incluso la aparición de pensamientos suicidas. Por este motivo, es fundamental consultar a un especialista cuando estas señales aparecen y se sostienen por un lapso prologando de tiempo.
Normalmente, el Trastorno Afectivo Estacional se suele diagnosticar en la primavera, ya que durante este periodo los síntomas son mucho más evidentes. Sin embargo, puede ser frecuente detectarlo durante los meses de invierno también.
Los especialistas lo identifican como un tipo de desorden del ánimo atípico, ya que tiene un importante detonante biológico, independiente de otros factores psicológicos o psiquiátricos, que es lo que lo diferencia de otros cuadros depresivos.
¿Cómo puedo saber si sufro de Trastorno Afectivo Estacional?
Para diagnosticar esta enfermedad, los especialistas consideran diversos elementos, como, por ejemplo:
Además, es importante considerar algunos de los síntomas que presenta este tipo de trastorno, entre los que podemos encontrar:
Si bien es totalmente normal sentirse deprimido algunos días, es importante prestar atención cuando estos síntomas comienzan a interferir con nuestro desempeño en la cotidianidad de nuestra rutina. Si estos síntomas se vuelven permanentes, es tiempo de acudir a un especialista que nos pueda ayudar a superar este trastorno de manera adecuada.
Si se diagnostica el TAE, el tratamiento puede abarcar diversas acciones, como terapia sicológica, el uso de medicamentos que permitan estabilizar el ánimo e, incluso, el uso de fototerapia, principalmente cuando esta enfermedad se desarrolla durante el invierno. Además, el apoyo y comprensión de los seres queridos es esencial para que el paciente pueda recuperarse.