Siempre se pueden encontrar motivos para hacer un asado. Celebraciones, fechas importantes o querer compartir con nuestra familia y amigos porque sí, los parrilleros saben que solo se necesitan las ganas para disfrutar. Y para que todo sea un éxito, debemos conocer y aplicar los cuidados necesarios para mantener la parrilla en un óptimo estado.
Para muchos no importa si llueve o hay sol, siempre se puede hacer un asado. De igual manera, hay quienes suspenden la temporada de parrillas hasta que llegan los días de sol y las ganas de compartir al aire libre. Bajo estas circunstancias es que la mayoría de los maestros del carbón desempolvan sus parrillas para dar inicio a una nueva temporada de celebraciones.
Antes de empezar cualquier asado, debemos revisar el estado de la parrilla y chequear que todas las piezas y accesorios estén limpios y en óptimas condiciones de funcionamiento. Cuidar de nuestra parrilla nos permitirá extender su vida útil, además de evitar accidentes debido a la falta de mantención.
Todo parrillero sabe lo importante que es contar con los utensilios adecuados, por lo que no pueden faltar guantes, cuchillos de mango largo, afiladores, entre otros elementos. Recuerda que, independiente de la parrilla que uses, es importante tener precaución con el uso de delantales y paños de cocina, ya que son inflamables.
Si tienes ganas de hacer un asado en la comodidad de tu departamento, ten presente que no todas las parrillas pueden ser utilizadas en balcones o al interior de tu hogar.
Por un lado, no se recomienda el uso de parrillas a carbón en balcones, ya que alguna de las chispas que saltan al encenderlas puede causar un incendio. En cambio, las parrillas a gas y eléctricas son las más recomendadas, pero teniendo en cuenta algunas consideraciones.
Las parrillas a gas deben ser usadas al aire libre y el balcón debe tener espacio suficiente para el artefacto y el balón de gas. Además, su uso debe estar permitido por el reglamento de copropiedad del edificio. Este tipo de parrilla no presentan mayores exigencias de seguridad más allá de utilizar aquellas con el sello SEC en ambientes secos y donde las conexiones eléctricas estén en buen estado.
No olvides que después de cada uso, es fundamental el limpiar bien las piezas de la parrilla; quitando la mayor cantidad -si es que no toda- de grasa. Guárdala protegida del sol, el polvo y la humedad; y antes de utilizarla, revisa el funcionamiento de sus partes. Así estaremos extendiendo su vida útil y podremos disfrutarla sin imprevistos ni posibles accidentes.