Un dolor de estómago después de consumir un alimento contaminado puede resultar molesto, pero no siempre es un síntoma de algo más grave que debe ser atendido por un médico. Todo dependerá de los signos que se manifiesten y del tiempo que perduren.
Una intoxicación alimentaria se produce cuando agentes patógenos -como bacterias o virus- ingresan a nuestro cuerpo a través de los alimentos o bebidas que consumimos. Estos microorganismos pueden estar presentes debido a una manipulación deficiente de los alimentos, o porque los alimentos están contaminados.
En algunos casos nuestra comida puede tener cierto aspecto u olor que nos advierte que no está en buenas condiciones, pero en la mayoría de los casos, no presentan un olor o sabor que nos indique la presencia de algún microrganismo que pudiese afectar nuestra salud.
Si después de comer presentamos alguna sensación de malestar, debemos recordar que los síntomas más frecuentes de las intoxicaciones por alimentos son:
Hay que tener en cuenta en cuenta que las molestias pueden aparecer desde el momento en el que ingerimos el alimento contaminado e incluso, en el caso de la salmonella por ejemplo, los síntomas pueden aparecer hasta 72 horas después. Por este motivo, si comenzamos a desarrollar alguno de los signos que mencionamos anteriormente, debemos prestar atención a cómo evolucionan.
Si la intoxicación es leve, las molestias desaparecerán pronto. Mientras eso ocurre, las recomendaciones básicas para los cuidados en casa son:
Si los síntomas de una intoxicación se presentan en un niño o niña, embarazadas o en una persona de la tercera edad, lo recomendable es acudir a un especialista rápidamente, aunque los síntomas no sean graves.
Si no es el caso, se debe poner atención a los siguientes síntomas y acudir cuanto antes a un servicio de urgencia:
Si presentas alguno de estos síntomas, no dudes en acercarte al servicio de urgencia del Hospital del Trabajador ACHS, donde junto a tu familia podrán recibir atención médica de calidad.