Verano es sinónimo de calor, vacaciones y piscinas. Estas últimas son un punto de reunión y diversión para grandes y chicos, pero también son causa de accidentes que pueden tener consecuencias graves. Por este motivo, es importante saber cómo evitar situaciones de riesgo y qué hacer si estas ocurren.
La asfixia por inmersión es una de las principales causas de muerte en niños, no solo en Chile, sino también en el mundo. Sin embargo, esta lamentable estadística se puede revertir si tomamos conciencia de los riesgos que enfrentamos al bañarnos en una piscina y tomamos las precauciones correspondientes. En nuestro país son dos los principales grupos etarios de riesgo: el primero, corresponde a niños de entre uno y cuatro años; mientras que el segundo abarca a los jóvenes mayores de 14, quienes sufren una mayor cantidad de accidentes debido al uso irresponsable de alcohol o drogas.
¿Cómo podemos prevenir accidentes en la piscina?
Para evitar que sucedan accidentes acuáticos, debemos considerar diversas acciones:
- En el entorno de la piscina es recomendable que se instale una reja que mida más de 120 centímetros de alto y que no tenga una separación entre barrotes mayor a los 12 centímetros; esto evita que los niños puedan pasar sobre o entre ellos
- Siempre mantente alerta y vigilando a los niños que estén jugando en las cercanías de una piscina
- Evita el uso de bicicletas, triciclos o rodados en las cercanías de una piscina
- Es ideal que los niños estén familiarizados con el agua desde pequeños; que sepan flotar y nadar son acciones que les permitirán mantenerse más seguros cuando se estén bañando
- Cuida que tus hijos no corran ni jueguen en la orilla de la piscina, ya que pueden perder el equilibrio y caer al agua
- Evita acciones riesgosas como chinitas, bombitas o piqueros. Estas pueden provocar la pérdida del equilibrio y provocar un accidente
- Procura que los niños utilicen equipos de flotación y salvavidas adecuados según su tamaño y peso
- Evita que los niños usen “alitas”, ya que no son reemplazo para los chalecos salvavidas, que son los elementos que más facilitan mantener la cabeza fuera del agua