Miles de trabajadores en Chile, por el tipo de labor que realizan, se encuentran expuestos a ruidos que pueden derivar en hipoacusia e incluso sordera. Para estos casos, es la norma legal vigente la que obliga a los empleadores a tomar medidas que eviten consecuencias perjudiciales para la salud, pero en ese contexto, también es relevante el rol activo que deben cumplir los CPHS para apoyar las iniciativas que se definan.
La hipoacusia es la consecuencia más conocida que tiene la exposición ocupacional al ruido. “Es una disminución de la capacidad auditiva producto de la exposición sostenida en el tiempo a altos niveles de ruido. Es una enfermedad acumulativa, ya que el oído se va dañando poco a poco y una vez que se tiene, es permanente e irreversible”, afirma José Luis Urnia, especialista Senior en Seguridad y Salud en el Trabajo de la ACHS.
¿Pero cuándo se considera riesgoso un ruido? Actualmente, según la norma se establece como límite máximo permisible un ruido de hasta 85 decibeles dB(A) para una exposición de 8 horas. A modo de ejemplo, hay que considerar que los ruidos producidos por una aspiradora alcanzan los 70 dB(A), los de una moto varían entre los 85 y 90 dB(A) y los de un martillo neumático pueden superar los 100 dB(A).
Quienes están más expuestos a niveles de ruido riesgosos, son aquellos trabajadores de rubros específicos, especialmente los que utilizan maquinaria pesada. De hecho, José Luis Urnia afirma que el 50% de los casos de hipoacusia que se presentan en el país son de trabajadores del sector industria y construcción.
¿Cómo se gestiona este riesgo?
Una vez que se determina el riesgo presente en un lugar de trabajo, la organización tiene la obligación de cumplir con lo que establece el Protocolo de Exposición Ocupacional al Ruido (PREXOR).
Para controlar el riesgo, en primera instancia se deben planificar medidas siguiendo esta jerarquía:
Con respecto al tipo de medidas que se debes gestionar, José Luis Urnia es enfático en especificar que el uso de elementos de protección auditiva está pensando para proteger del riesgo residual luego de abordar el riesgo desde lo técnico y administrativo. “Los protectores están en última jerarquía y se usan cuando el ruido persiste aún después de haber implementado las medidas anteriores o mientras se están implementando”. PREXOR cuenta con un documento guía para el uso de estos elementos, ya que como señala el Especialista, “no basta con proporcionar el elemento de protección, sino que también hay que entregar capacitación teórica y práctica dirigida a su uso”.
Comités Paritarios: Aliados en seguridad
Uno de los aspectos que establece PREXOR, hace referencia a la obligación de la organización de informar a los CPHS sobre el Protocolo si existe la presencia del agente, ya que se espera que la entidad sea activa en la gestión del riesgo. “El Comité Paritario es muy valioso porque a través de él, el resto de los trabajadores puede proponer soluciones efectivas”, afirma José Luis Urnia.
¿Qué puede hacer el Comité Paritario para apoyar la gestión del riesgo?
Laboratorios de ruido ACHS
En la ACHS hay dos laboratorios relacionados a ruido que son únicos en Chile; el de calibración de equipos de medición de ruido con certificación ISO 17025; y el de certificación de protectores auditivos tipo tapón.
De esa forma, todos los tapones que son usados como protector auditivo y que se comercializan en Chile, deben contar con la certificación de la ACHS. Según explica José Luis Urnia, esto es muy positivo por diversos ámbitos, pero especialmente “porque las mediciones de las atenuaciones que proporcionan estos elementos de protección auditiva se realizan con personas chilenas, con fisionomía propia del país y no con las curvas europeas o norteamericanas”, especifica.