La incertidumbre, la sobre carga laboral, el lograr conciliar la vida familiar con el teletrabajo y el temor al contagio son solo algunas de las problemáticas con las que han lidiado los trabajadores en el último año. Frente a esto, los Comités Paritarios pueden tomar ciertas acciones y crear instancias de apoyo y bienestar.
En su gestión de prevención y cuidado de la salud, los Comités Paritarios de Higiene y Seguridad de los centros de trabajo, tienen la oportunidad de desarrollar iniciativas que se hagan cargo de temas psicosociales dentro de la organización.
Su rol de nexo entre el trabajador y la empresa, permite detectar a tiempo ciertas problemáticas y levantar distintas necesidades a las jefaturas o áreas pertinentes que puedan ir en apoyo de los trabajadores y sus familias. ¿Cómo hacerlo? La Psicóloga y Jefa Técnica de Riesgos Psicosociales de la ACHS, Daniela Campos, entrega algunas sugerencias de acciones que pueden implementarse.
1. Conocer la red de apoyo de los trabajadores
“Es importante que el Comité Paritario pueda humanizar los números de una organización. Detrás de cada persona hay un sistema familiar, de amistad y de vínculos muy complejo que la organización debe conocer”, explica Daniela Campos.
Si un trabajador sufre un accidente o enfermedad, es de vital importancia contar con la información de su red de apoyo para acudir fácilmente a ella en caso de emergencia y gestionar las ayudas de forma expedita. Esta labor puede estar a cargo de las jefaturas, pero los Comités Paritarios están capacitados para asumir esa responsabilidad y rescatar información crucial de sus pares.
2. Realizar un levantamiento de necesidades
Otra de las acciones significativas es realizar un levantamiento de las necesidades de los trabajadores y evaluar quiénes pueden requerir distintos tipos de apoyo que se pueden otorgar desde la organización o a través de los compañeros de labores.
Esta tarea puede realizarla el Comité y desde ahí hacer el nexo con el área de asistencia social si existe en la empresa, u organizarse con el resto de los trabajadores para ir en ayuda de la persona que lo requiera. “Si un trabajador está pasando por un momento complejo en el que hay algunas personas cesantes en su familia y no cuenta con todos los recursos para sustentarse, por ejemplo, es bueno que esa situación la conozca el Comité y se evalúe qué se puede hacer para apoyar a ese trabajador, señala Daniela Campos.
3. Abordar abiertamente la “fatiga pandémica”
El concepto “fatiga pandémica” fue acuñado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) hace algunos meses y hace referencia a la reacción de las perdonas ante las prolongadas medidas y restricciones que se han impuesto en la pandemia.
“Llevamos un año manteniéndonos firme con las medidas COVID-19”, explica Daniela Campos, “pero a nivel psicológico se sabe que cuando los riesgos son constantes, disminuye la percepción del riesgo. Por eso no es extraño que las personas en las últimas semanas crean que es menos probable el contagio o que la situación sea menos grave”, añade.
¿Qué puede hacer el CPHS frente a esta situación? Reforzar la idea de que no se deben aflojar las medidas preventivas y que el riesgo sigue latente, pero educando desde un rol donde se ponga en perspectiva la fatiga pandémica y se converse abiertamente sobre una situación que genera cansancio, estrés, frustración y que nos afecta a todos por igual.
4. Crear instancia de conversación
Para abordar los temas psicosociales y realizar, por ejemplo, el levantamiento de necesidades de los trabajadores, se pueden crear encuestas, pero las conversaciones abiertas siempre serán necesarias para trabajar los temas en profundidad. Sin embargo, eso es algo que puede complicarse cuando los trabajadores están en modalidad de teletrabajo.
Hay que considerar que los Comités tienen una cercanía y sensibilidad única con los trabajadores debido a su condición de pares, y esa es una oportunidad que se debe aprovechar. Una buena idea es realizar conversatorios por videollamada, aunque sean de 20 minutos, en el que todos tengan sus cámaras encendidas y puedan hablar de los temas que les parecen relevantes. “En esas instancias las personas se sienten escuchadas y se dan cuenta que no son un número más. Ese es uno de los grandes dolores de esta pandemia y muy generalizado en todos los trabajadores”, señala Daniela Campos.
5. Actuar como mediadores confidenciales
Hay temas que para los trabajadores son muy complejos de abordar con sus jefaturas e incluso con sus mismos compañeros. En esas situaciones el Comité puede cooperar escuchando las inquietudes de las personas con confianza y en confidencialidad, y luego actuar como mediadores.
“A un trabajador puede parecerle muy incómodo que su jefatura le envié mensajes de trabajo por WhatsApp después de su jornada, pero le puede resultar difícil conversarlo directamente. Ahí puede actuar el Comité recogiendo esa problemática y planteándola a quien corresponda de forma general, sugiriendo además otras estrategias para que situaciones como esas no ocurran y se recurra a otros métodos de comunicación dentro de horarios acordados”, explica la psicóloga.
TERMÓMETRO DE LA SALUD MENTAL
La crisis desatada por el COVID-19 no sólo ha afectado económicamente a los chilenos, sino que también agregó un nuevo factor de preocupación en la ya delicada situación de bienestar de la población, como son los problemas relacionados a la salud mental. En este contexto, la Asociación Chilena de Seguridad (ACHS) y el Centro UC de Encuestas y Estudios Longitudinales de la Universidad Católica, desarrollaron el “Termómetro de la Salud Mental en Chile ACHS-UC”.
Los resultados del primer estudio se publicaron en septiembre del año pasado y los del segundo se dieron a conocer en enero de este año. En el último informe, uno de los datos más significativos fue la disminución de la tasa de problemas de salud mental respecto a la medición de julio de 2020. En cuanto al estado anímico de los encuestados, un 41.9% declaró que su estado de ánimo actual es peor o mucho peor en comparación con la situación anterior a la pandemia, siendo esta cifra casi 8 puntos porcentuales inferior a la registrada el año pasado.
Este estudio se realizó a 1.400 individuos de entre 21 y 68 años y tendrá su siguiente versión a mediados de este año, ya que entre marzo y junio de 2021 se levantará nueva información que permita evaluar los efectos de la pandemia en la salud mental de los chilenos y así ser un aporte para el diseño de políticas públicas a futuro.
Revisa los resultados del primero y segundo estudio y más información aquí