Daniela Campos Schwarze
Jefe técnica riesgos psicosociales
Asociación Chilena de Seguridad
Dada la pandemia actual hemos estado mucho más expuestos a las pantallas de los computadores, celulares y tablets, ya sea para hacer teletrabajo, usar redes sociales, youtube o videollamadas, lo que lógicamente trae consigo consecuencias físicas y en nuestra salud mental. Ese agotamiento causado por pasar un tiempo excesivo frente a las pantallas es conocido como fatiga digital.
La fatiga digital lógicamente aumenta en el teletrabajo, especialmente porque se observado que en esta modalidad de trabajo existen altas dificultades para diferenciar simbólicamente lo laboral de lo domestico, es decir que es más probable percibir una jornada laboral que no termina, en donde no hay símbolos de inicio y término, así como tampoco existen las pausas. Por lo que la conexión digital no tiene un cierre diario y se mezcla con la vida cotidiana adueñándose de ella.
Según el termómetro de la Salud Mental en Chile ACHS-UC, en julio, la tasa de problemas de salud mental era mayor en quienes no desarrollaban labores de teletrabajo. De hecho, se presentaban problemas de salud mental en un 22% de las personas con teletrabajo y en un 35% de las personas sin teletrabajo. sin embargo, en diciembre esta situación se revirtió; Las personas que estaban haciendo sus laborales de forma presencial bajaron su porcentaje de problemas de salud mental (de 35% a 21%), en cambio personas realizando teletrabajo aumentaron sus problemas de salud mental de 22% a 27%. Asimismo, con el termómetro de la Salud Mental en Chile ACHS-UC pudimos ver que un 45% de las personas con teletrabajo presenta problemas de depresión versus el 31% sin teletrabajo.
Es por esto por lo que algunas recomendaciones básicas (pero muchas veces difíciles de llevar a cabo) para disminuir el impacto en la salud mental derivado de la fatiga digital dice relación con los cambios de hábitos;