Durante el último año ha aumentado la preocupación por los impactos que podría estar generando el confinamiento, las condiciones sociales y económicas en la salud mental de la población. En ese sentido, la ACHS ha preparado dos materiales que buscan entender mejor esta problemática y dar consejos para poder trabajarla.
Los desafíos que ha planteado el COVID-19 involucran todo orden de cosas: el trabajo, la economía, la vida social y el cómo nos cuidamos, entre otros. Esto ha llevado a que las personas en muchos casos hayan tenido que cambiar su ritmo y costumbres de vida. Estos cambios pueden tener un efecto negativo en la salud mental, lo que a su vez puede acarrear a dificultades en el ámbito laboral. El último Termómetro de Salud Mental, elaborado por la ACHS y la Universidad Católica, ha arrojado números preocupantes. El 36% de las personas declara sintomatología de salud mental y el 42% dice tener un estado anímico peor al tiempo antes de la pandemia.
Es por eso que en la Asociación Chilena de Seguridad hemos elaborado dos guías: “Guía introductoria para el cuidado de la Salud Mental de los trabajadores” y la guía de “Salud Mental relacionada a COVID – 19”, para poder entregar mejores herramientas a cada uno de los trabajadores y empleadores en estos momentos tan difíciles.
Riesgos psicosociales
En Chile, el Código del Trabajo señala que los empleadores deben implementar todas las medidas necesarias para la protección eficaz de la vida y salud de sus trabajadores. Los riesgos que pueden generar una enfermedad de salud mental (de origen laboral o no laboral), se denominan riesgos psicosociales.
Para guiar la prevención de los riesgos psicosociales en el trabajo, existe el Protocolo de Riesgos Psicosociales, del Ministerio de Salud. Este protocolo define requerimientos y herramientas mínimas que los empleadores deben implementar. Particularmente indica que se debe medir los riesgos psicosociales con el cuestionario SUSESO-ISTAS 21 breve y que, en caso de registrar un riesgo alto o de presentar un caso de enfermedad profesional de salud mental, deben evaluar los riesgos con la versión completa del cuestionario, generando medidas específicas para disminuir la exposición al riesgo.
Es común que cuando se habla de Salud Mental en el trabajo, la discusión se centre en los factores protectores, que son aquellas prácticas que contribuyen a compensar el impacto de los riesgos psicosociales en las personas. Estas prácticas incluso pueden contribuir a que los trabajadores se sientan a gusto o felices en el trabajo, así como a evitar que se gatille una enfermedad profesional de salud mental (EPSM).
Sin embargo, los factores protectores no eliminan los riesgos psicosociales, ni los mitigan, por lo que deben ser administrados como un complemento una vez que se hayan implementado medidas para la prevención de riesgos. No hacerlo así, podría incluso atentar contra la Salud Mental de los trabajadores y podría producir sintomatología que derive en una EPSM.
¿Cuáles son los agentes de riesgo psicosocial y cómo los podemos prevenir?
De acuerdo con las definiciones de la Superintendencia de Seguridad Social, existen 6 factores de observación o agentes de riesgos psicosociales que debemos conocer para evaluarlos y prevenirlos.
Como ACHS, proponemos 6 pasos clave para una prevención eficaz de los riesgos psicosociales:
Puedes encontrar los detalles de cada uno de estos agentes y de cada paso clave en la “Guía introductoria para el cuidado de la Salud Mental de los trabajadores”. Haciendo clic aquí
Además, entérate de cómo las organizaciones pueden aportar a la salud mental de los trabajadores en la guía de “Salud Mental relacionada a COVID – 19”. Haciendo clic aquí