Tanto el frío como el calor pueden ser herramientas eficaces para el cuidado de la salud, y aprender a utilizarlos correctamente puede marcar una diferencia en tu bienestar. En este artículo encontrarás información sobre cómo utilizar estas terapias para aliviar el dolor y promover la curación en diversas condiciones médicas.
Beneficios del Frío
El frío puede proporcionar alivio en una variedad de situaciones. Aquí hay algunos beneficios clave:
Reducción de la inflamación: El frío disminuye la circulación sanguínea en la zona afectada, lo que ayuda a reducir la inflamación y la hinchazón
Alivio del dolor: La aplicación de frío puede disminuir la sensibilidad en los nervios y reducir la percepción de dolor. Es particularmente útil para lesiones agudas como, esguinces o contusiones
Prevención de hematomas: El frío puede controlar la formación de hematomas al disminuir el flujo sanguíneo en el área afectada
Beneficios del Calor
El calor también puede ser útil para el tratamiento de diversas afecciones. Aquí tienes algunos beneficios importantes:
Relajación muscular: El calor ayuda a relajar los músculos y reducir la rigidez
Mejora la circulación: El calor dilata los vasos sanguíneos, lo que mejora el flujo sanguíneo y puede contribuir a acelerar la curación de los tejidos
Alivio del dolor: El calor es eficaz para el tratamiento de dolores más persistentes, como la artritis, ya que ayuda a reducir la rigidez articular y la sensación de dolor
¿Cómo aplicarlos?
Sigue estos pasos para aplicar el frío o calor terapéutico de manera efectiva:
1. Utiliza un elemento que te proporcione el frío o calor:
Para el frío, envuelve una bolsa de hielo o compresa de gel frío, cubiertas en una toalla o papel (2 a 3 capas).
Para el calor, usa una compresa caliente o una almohadilla térmica (semilla), utilizando toallas para cubrirla
Recuerda no aplicarlos directamente sobre la piel, para evitar quemaduras
2. Aplícalo en la zona afectada durante 15-20 minutos
3. Controla tu sensación térmica y retira la compresa en caso de molestia
4. Descansa un intervalo de tiempo para luego repetir la aplicación:
Para el frío, descansa durante 30-60 minutos
Para el calor, descansa durante al menos 60 minutos
Es importante recordar que, tanto el calor como el frío, deben utilizarse de manera adecuada y según las indicaciones de un profesional de la salud, dependiendo de la afección específica que se esté tratando.
Siempre es recomendable consultar a un médico antes de iniciar cualquier terapia de calor o frío, especialmente si tienes alguna condición médica preexistente. Te invitamos a agendar una hora con nuestros médicos generales a través de www.achs.cl/salud
Kinesiólogo de la Universidad de Antofagasta
Postitulo (diplomado) en ejercicio terapéutico y estabilidad dinámica - UDD. Postitulo (diplomado) en rehabilitación de personas con dolor persistente - PUC. 12 años de experiencia en Área Musculoesquelética.
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