Este sábado 26 de abril, los relojes se retrasarán una hora y deberemos ajustarnos al nuevo horario de invierno. Expertos afirman que este cambio de hora no debería generar síntomas ni tendría mayores repercusiones, ya que se vuelve al horario original que tiene nuestro cuerpo. La recomendación es mantener el ritmo de actividades que realizamos normalmente.
“Este cambio de hora no debería generar síntomas y será más fácil adaptarse, ya que se vuelve al horario original que tiene nuestro cuerpo y no al horario que utilizamos en verano, que no es “real””, asegura la psicóloga Daniela Campos, Jefa del Departamento de Riesgos Psicosociales de la ACHS.
La experta añade que las personas que funcionan mejor en la noche tendrán más dificultades en la adaptación, considerando que el cuerpo se demora en acomodarse alrededor de 10 días.
En la misma línea, el Dr. Jorge Lasso, Jefe de la Unidad del Sueño del Hospital del Trabajador, afirma que el cambio no representa modificaciones que generen mayores consecuencias. “No tiene una repercusión tan grande, vamos a ganar una hora de tiempo. Cuando se pierde una hora (cambio que se realizará en septiembre) afecta más”.
Asimismo, explica que nuestro reloj vital es de un poco más de 25 horas y que siempre estamos tratando de adaptarnos a las 24 horas que son impuestas. “Por lo tanto, en el horario de verano nos cuesta aún más ajustamos. En el caso de este sábado, acomodarse al nuevo horario será mucho más simple y sólo se recomienda exponerse más a la luz solar en las mañanas para apurar el proceso; respondemos más a la luz que al reloj", señala el Dr. Lasso.
Si bien este cambio nos entrega una hora más para descansar, Daniela Campos afirma que nuestro cuerpo ya tiene el hábito de entrar en somnolencia a cierta hora, por lo que es recomendable acostumbrar al organismo a dormir una hora antes.
Consejos prácticos
Los expertos aseguran que siempre es bueno tener presente las siguientes recomendaciones:
1. Mantener el ritmo de las actividades que realizamos. No modificar el ritmo biológico, esto es, dormir la cantidad de horas habituales y mantener las actividades que veníamos realizando. Recordar que se debe mantener un ritmo adecuado de sueño, se habla de un promedio de entre 6 y 8 horas; sin embargo, cada persona tiene que descansar las horas a las que está acostumbrada, evitando los extremos (dormir mucho menos o dormir un número de horas excesivas).
2. Evitar tomar café o bebidas colas a últimas horas de la tarde, dado que puede producir dificultad en conciliar el sueño (el efecto dura 4 a 6 horas).
3. Evitar realizar deportes a últimas horas de la tarde, puesto que pueden generarse dificultades en conciliar el dormir (realizar actividad física por lo menos 3 horas antes de acostarse).
4. Las personas que tienen migrañas deben seguir las recomendaciones para este problema, porque éstas se puede intensificar durante el periodo de adaptación al cambio de hora.
5. Exponerse a la luz y acostarse a la hora que dice el reloj.
6. La sociedad duerme una hora menos con la tecnología actual (televisores, radio, celulares), pero nuestro ritmo biológico no ha cambiado. Es importante respetar el ritmo de sueño.