Santiago, 04 de julio.- El Intendente Metropolitano, Claudio Orrego, el Seremi de Salud, Carlos Aranda, y el experto en Higiene de la Asociación Chilena de Seguridad, Pablo Ortiz, llegaron hasta una empresa ubicada en pleno centro de Santiago para monitorear el nivel de contaminación al interior de las oficinas.
Diariamente los trabajadores de la Región Metropolitana pasan más de 8 horas en una oficina que puede tener deficiencias en su ventilación o agentes contaminantes en suspensión, lo que podría derivar en dolores de cabeza o enfermedades respiratorias crónicas. Una buena mantención de aires acondicionados, sistemas de ventilación y una limpieza frecuente, permite disminuir la alta concentración de polución. Además en los meses de frio se suma la utilización de estufas, que sin correcta manipulación, podría afectar la salud ocupacional.
“La oficina es prácticamente nuestro segundo hogar. Debemos exigir que trabajemos en un ambiente grato y saludable. La contaminación en lugares cerrado puede superar incluso a la del exterior y afectar gravemente nuestra salud”, señaló el Intendente Claudio Orrego.
Para monitorear si una oficina tiene una ventilación y acondicionamiento adecuado del aire se miden la temperatura, humedad relativa, monóxido de carbono y dióxido de carbono, éstos son los parámetros básicos en que se basan los especialistas de la Asociación Chilena de Seguridad para evaluar la calidad del aire en las oficinas.
“Nuestro objetivo como ACHS es prevenir la ocurrencia de accidentes y enfermedades profesionales producto de la exposición a agentes de riesgo en las oficinas. Para esto, instalamos estos aparatos que identifican posibles agentes de riesgo en el aire que puedan afectar a los trabajadores en sus ambientes de trabajo. Así, buscamos dar cumplimiento a las disposiciones del Ministerio de Salud sobre condiciones sanitarias y ambientales básicas en los lugares de trabajo, respecto del límite permitido de monóxido y dióxido de carbono en las oficinas”, explica Pablo Ortiz, experto en Higiene de la Asociación Chilena de Seguridad.
Por su parte el Seremi de Salud RM, Dr. Carlos Aranda señaló “es importante que todos los trabajadores, que desempeñan sus funciones en ambientes cerrados, tomen las medidas para evitar el contagio con las enfermedades propias del invierno y con otras patologías asociadas a la contaminación ambiental, para ello principalmente deben mantener limpia el área de trabajo y ventilar las oficina”.
Según el decreto 594, que dice relación con las condiciones sanitarias básicas en los lugares de trabajo, es obligación mantener, por medios naturales o artificiales, una ventilación que contribuya a proporcionar condiciones ambientales confortables y que no causen molestias o perjudiquen la salud del trabajador. Los lugares de trabajo deberán ser diseñados de forma que, por cada trabajador, se provea un volumen de 10 metros cúbicos, como mínimo de aire fresco y limpio.
“Tomar resguardos para evitar la contaminación al interior de una oficina, no solo beneficia al trabajador, sino también, al empleador, al evitar enfermedades y ausencia laboral. Tener una oficina con un ambiente libre de contaminación es un derecho de todos. Hacemos un llamado a trabajadores y empleadores a buscar en conjunto las soluciones”, agregó el Intendente Metropolitano, Claudio Orrego.