¿sabes qué es el síndrome del túnel carpiano? aprende a detectarlo y tratarlo

Esta enfermedad genera adormecimiento en dedos o calambres en los antebrazos y afecta mayoritariamente a mujeres. En Chile, dos de cada diez trabajadores entre 40 y 60 años lo padecen. Sus orígenes pueden ser variados, sin embargo, lo principal es saber reconocerlo y tratarlo para evitar dolores.

En las muñecas, hay una zona llamada Túnel Carpiano, por el cual pasa el nervio mediano y otros tendones desde el antebrazo a la mano. Por eso, cuando este túnel se inflama, el nervio y los tendones se comprimen, provocando dolores, adormecimiento, calambres en los dedos o ardor en la palma y antebrazo. En los casos más graves, las molestias se extienden incluso hasta el hombro.

¿Qué causa este síndrome?

Se estima que en ciertas personas hay una predisposición genética que provoca este problema. Sin embargo, no se ha comprobado ninguna causa, aunque en algunos casos se asocia a:

• Tener un túnel más pequeño de lo normal
• Haber sufrido lesiones como torceduras o fracturas
• Tener retención de líquidos debido a embarazo, menopausia u obesidad
• Padecer artritis o diabetes
• Ejercer con frecuencia trabajos manuales que fuercen la musculatura de la mano y/o el antebrazo

Es por ello que en trabajadores de la construcción o en quienes realicen labores industriales, este síndrome suele presentarse con mayor frecuencia, ya que están expuestos a constantes vibraciones en brazos y manos, o debe realizar extensiones o flexiones sostenidas desde la muñeca.

Si bien este síndrome suele asociarse a trabajos de oficina, que requieren escribir con frecuencia en computador o a mano, no tienen relación. La mayoría de las molestias en estos casos se deben a tendinitis por malas posturas.

¿Cuáles son los tratamientos para el síndrome de Túnel Carpiano?

Si tienes sospecha de padecer este síndrome, los tratamientos son variados. En los casos más leves se regula con el consumo de antiinflamatorios, mientras que en los más graves se procede a realizar cirugías correctivas. Sin embargo, es importante que consultes a tiempo para optar a procedimientos menos invasivos. Algunos de estos son:

• Atacar la causa primaria: si la causa es otra enfermedad, como diabetes o artritis, se controlan las patologías asociadas para terminar con las molestias.
• Inmovilización y medicamentos: cuando la patología se debe a actividades frecuentes, la mano se puede inmovilizar con una férula que se usa especialmente durante la noche. Además, se administran medicamentos antiinflamatorios, por vía oral o por infiltración.
• Cirugía: en casos extremos y cuando otras medidas no han surgido efecto, se realiza una cirugía que consiste en cortar el ligamento que forma el túnel para dar más espacio y liberar la presión sobre el nervio.

Recuerda que lo principal ante cualquier molestia de tu organismo, es tratarlo y encontrar un diagnóstico para que vuelvas a sentirte bien y poder así realizar tus actividades con normalidad. ​